
El caso de México es también reflejo de una situación de alerta generalizada en América Latina
Como especial de 8M queremos presentarles las condiciones laborales a las que estuvieron sujetas las mujeres periodistas y trabajadoras de medios en México durante la pandemia. Un reflejo de cómo la “nueva normalidad” puede seguir afectando al ejercicio periodístico, principalmente al que se hace por mujeres.
¿Cuál es el origen del 8M y su impacto hoy con la revolución de datos para periodistas y comunicadoras?
El 8 de marzo de 1975, después de la segunda guerra mundial, los países de occidente celebraron por primera vez el Día Internacional de la Mujer en conmemoración de momentos históricos en los que mujeres trabajadoras protestaron por sus derechos laborales y mejores condiciones de vida.
Y aunque se da por sentado, hemos llegado en un momento en la historia en que el 8M no suele ser la excusa para hablar de la brecha de género dentro del sector laboral o de los trabajos invisibles que las mujeres hacen para sostener el sistema capitalista o el carácter de clase que expone de manera diferenciada a ciertas mujeres o ciertos cuerpos a la violencia y la precariedad.
Es por esto la importancia de recordar que la necesidad de conmemorar esta fecha nace un 8 de marzo de 1857, cuando miles de trabajadoras textiles organizaron una huelga y salieron a las calles de Nueva York a protestar por mejores condiciones laborales, recorte de horarios y el fin del trabajo infantil. Dos años mas tarde lograrían formar su sindicato.
Distintos sucesos mantuvieron la urgencia latente de lucha, por ejemplo: el 8 de marzo de 1908 cuando 129 mujeres murieron en un incendio provocado luego de declararse en huelga dentro de la fábrica Cotton en Nueva York; la muerte trágica ocurrida el 25 de marzo de 1911 de 123 trabajadoras y 23 trabajadores textiles inmigrantes también en Nueva York y que movilizó nuevamente a las protestas; y la huelga de mujeres en Rusia al término de la monarquía que les permitió lograr el acceso al voto el 23 de febrero de 1917.
Es interesante que los movimientos surgieran justo después del término de la revolución industrial, un período de grandes transformaciones para la producción económica en el que la fuerza de trabajo de las mujeres era tan necesaria que se les incluyó en el ámbito público dominado por hombres.
Ahora, con la revolución de datos también vivimos un período de grandes transformaciones digitales y crisis globales en donde la mayoría de las personas están obligadas a producir para vivir o sobrevivir. En este frente, la labor de periodistas y comunicadoras es trascendental, principalmente la de las mujeres porque son ellas quienes escriben el doble de notas cuestionando la desigualdad, de acuerdo al 6to proyecto de Monitoreo Global de Medios.
De aquí la importancia de su trabajo para construir nuevas narrativas que nos guíen a la transformación real de la sociedad, de hacer análisis críticos de la agenda mediática y desmontar la violencia teñida de marketing o planes desarrollistas.
¿Cuáles son las condiciones laborales para mujeres periodistas en México y qué reflexión surge para periodistas ejerciendo en otros países de América Latina?
En los últimos años se ha hecho más difícil ejercer el periodismo de forma segura en todo el mundo, inclusive más durante la pandemia y las guerras continuas. De acuerdo a la Federación Internacional de Periodistas, en el caso de las mujeres la labor periodística implica un mayor riesgo para su vida por el hecho de ser mujer.
En su informe sobre periodistas asesinados en el 2022, México se encuentra en el segundo país mas peligroso del mundo para ejercer el oficio después de Ucrania. Mientras que la región de América Latina y el Caribe se considera una zona preocupante, principalmente en países como Haití, Colombia, Honduras y Brasil.
Esta es la violencia extrema a la que las personas en el periodismo y los medios están expuestas. Pero, ¿qué pasa dentro de las redacciones? La organización CIMAC aplicó una encuesta solo a mujeres periodistas con el objetivo de conocer los impactos específicos de la pandemia en su labor y la respuesta de las empresas mediáticas para proteger a sus trabajadoras.
La encuesta aplicada (agosto 2021) a 289 mujeres periodistas ubicadas en todo México da cuenta de que durante la pandemia ellas ejercieron la libertad de expresión en particulares condiciones laborales y de salud, en un ambiente de violencia y haciéndose responsables del trabajo en el hogar.
Algunos de los datos más interesantes:
- El periodismo se ejerce con bajos salarios: El 31% de las periodistas encuestadas gana más de 10 mil pesos mensuales (500 dls).
- La labor periodística requiere contar con un empleo adicional: El 49% de las periodistas tuvo que hacer frente al incremento de gastos, pero la mayoría emprendió en el comercio en línea y en la venta de alimentos.
- Durante la pandemia, las periodistas abandonaron su actividad profesional: El 34% por ciento de las periodistas abandonaron el ejercicio y el 30% de las encuestadas reportó que el medio donde labora tomó alguna medida para sobrevivir económicamente a la pandemia. Entre estas: reducir la plantilla laboral, bajar los sueldos, cerrar oficinas, enviar al personal a trabajar en casa y el cierre definitivo del medio.
- Uso de herramientas propias: 7 de cada 10 periodistas debieron trabajar con sus propias herramientas para continuar con su labor durante la pandemia, además de incrementar los gastos en luz y gas, entre otros, por el teletrabajo.
- Trabajo sin horario fijo: El 72% indicaron que labora sin horario fijo. A la precariedad salarial se suman los horarios poco compatibles con las responsabilidades familiares, lo que dificulta la conciliación de la vida personal y profesional. Además el 54% de las periodistas identificó que incrementaron las horas de trabajo.
- La participación de diversidades de género, racializadas o funcionales: El 6% de las personas encuestadas se identifica con una disidencia sexual; 5% vive con alguna discapacidad; y el 2% se identifica como indígena o afrodescendiente.
- Mujeres periodistas y la precariedad laboral: La falta de contratos y de condiciones laborales dignas producen una alta rotación de las periodistas en diferentes empresas mediáticas.
- Violencias contra las periodistas al interior de las redacciones: 7 de cada 10 periodistas viven violencia psicológica; 8 de cada 10 periodistas afirmó haber enfrentado violencia física durante alguna cobertura; 10% de las periodistas se les ha condicionado la entrega de información a cambio de favores sexuales; 2.4% reportó violación sexual al interior de sus redacciones.
La situación particular de México puede ser útil para reflexionar sobre los riesgos de la profesión periodística en diversas latitudes y que hoy en día es trascendental para una sociedad mas equitativa e informada. Aún mas cuando se observa una creciente agenda mediática contraria a los derechos humanos en todo el mundo.
¿Cuáles son nuestras demandas como periodistas y comunicadoras mexicanas y latinoamericanas en este 8M?
Este #8M hacemos un llamado a las empresas mediáticas, al Estado, organismos internacionales y sociedad civil a:
- Garantizar condiciones salariales dignas y derechos laborales igualitarios.
- Impulsar contenidos que muestren los diferentes contextos para visibilizar a las mujeres y colocarlas como fuentes de información para diversificar opiniones y perspectivas en diferentes ámbitos.
- Garantizar espacios libres de violencia para las mujeres y respaldar a sus colaboradoras que son víctimas de violencia en el ejercicio de su profesión.
Las mujeres periodistas somos defensoras de los derechos humanos de las mujeres y el periodismo feminista es profesional y necesario para lograr la pluralidad informativa.