
Ana Muñoz hace muchas cosas para pagar las facturas mientras piensa cómo rentabilizar su afición por los libros, los bares y los desayunos. Fue finalista del Premio Nuevas Plumas 2017. Lucia Chuquillanqui se describe a sí misma como feminista, no le gusta escribir, mira una película al día y un día planea gobernar el mundo. Estefani Campana puede dibujar tu retrato con los ojos cerrados mientras apura un gin tonic. Adora los gatos y siempre quiso ser una de las chicas de Egon Schiele. Natalia Sánchez siempre usa el meñique izquierdo cuando escribe en el teclado. Lee el futuro con el péndulo y odia los pies. Fue beca Oxfam-FNPI 2017 de periodismo sobre desigualdad. Ellas con sus increíbles talentos y personalidades son Malquerida, una plataforma de medios en español creada completamente por mujeres.
Sus superpoderes: La persistencia, una especie de obstinación para mejorar sus habilidades de aprendizaje e intuición, y las dos juntas para abrir la mente a lo largo de los años.
Hablamos con el equipo de Malquerida sobre su medio, el periodismo, el papel de las mujeres en Perú y las expectativas que tiene sobre en New Ventures Lab. Hoy compartimos con ustedes nuestra conversación desde Lima (Perú):
Ana Muñoz: Malquerida nace porque nos dábamos cuenta que en los medios de comunicación, en concreto en Sudamérica, quienes toman las decisiones son hombres. La supuesta objetividad del periodismo es una objetividad filtrada por el patriarcado, totalmente androcentrista y los temas de mujeres o el tipo de revistas que nos reservan a nosotros son revistas sobre moda, cosméticos sobre chismes – temas que están muy bien y de hecho me encantan – pero que se trabajan de una manera muy superficial. Nos tratan de estúpidas cuando para ellos hay maravillosas revistas estilo Esquire que tienen más profundidad.
Entonces queríamos crear este espacio que fuera solo de mujeres. Primero porque ellos ya tienen cientos de espacios y nosotras no. Y luego porque también queríamos que fuera un espacio seguro en el que las mujeres supieran que les iban a leer otras mujeres, que les iban a editar otras mujeres, que las ilustraciones se hacen por mujeres y que todo el trabajo iba a estar en esta situación de seguridad y confianza.
En Malquerida hemos estado trabajando desde nuestro lugar en el mundo. Entonces, si que hay historias que podemos que todos podemos tocar todos los temas e historias, pero a veces por nuestros lugar en el mundo hay ciertas historias que solo las puede contar mujeres, igual que como hay historias que las puede contar un hombre mejor porque tiene más acceso a otros sitios.
Un ejemplo es la historia que escribió Natalia Sánchez, la otra editora de Malquerida, llamada Cama Adentro, por la que le dieron la beca Oxfam FNPI. En ella analiza la situación de las trabajadoras domésticas en el Perú. Y entonces habla también de cómo ella personalmente se enfrenta a esa situación y de la desigualdad entre mujeres. ¿Qué significa para la trabajadora doméstica del Perú el tener una jefa, mujer superior y cómo es esa relación y toda esa transversalidad y desigualdad atravesada por la interseccionalidad? Obviamente un hombre puede analizar perfectamente la situación de las trabajadoras domésticas en el Perú pero no va a saber cómo percibe una mujer esa desigualdad.
Pongo siempre este ejemplo porque me parece que es un buen ejemplo de lo que intentamos hacer en Malquerida.
Tocamos temas un poco más literarios, de reseñas a ensayo personal y esto hace un arco con temas de crónica periodística, queremos trabajar mucho más la investigación periodística como más de puro Dato pero este es el arco que recorremos, dando muchísima importancia a la voz de las mujeres y sus circunstancias en el mundo porque no queremos que se pierda todo ese talento de mujeres hispanohablantes y latinoamericanas que muchas veces no encuentran otro lugar donde publicar tantas historias. o que en fin, escriben a medios y el medio no ve en ese momento que le pueda encajar y lo hemos publicado nosotras.
¿Cual es su mayor desafió con Malquerida?
La sostenibilidad. Los medios y la comunicación no son un sector fácil, especialmente si la independencia está en el centro de su identidad. Por un lado, hay precariedad, por otro, las dificultades de elegir un patrocinador alineado con el compromiso de género de Malquerida. Sin embargo, también prevemos las ventajas de los medios digitales y su capacidad de trascender cualquier medio tradicional. Hay otros desafíos. Necesitamos mantener la calidad de nuestras historias, mejorando nuestras habilidades de investigación y estándares editoriales. Para este objetivo, necesitamos llegar a más escritores, y debemos poder financiar varios meses de trabajo. Sabemos que hemos mejorado desde nuestra primera historia, además de aumentar nuestro público, hemos recibido reconocimiento dos veces en 2017, pero no podemos relajar nuestros esfuerzos, sino seguir aprendiendo, seguir trabajando. Además, tenemos que llegar a más lectores. Hacer que la escritura y el trabajo periodístico de las mujeres sean más visibles implica que alguien -cuantos más, mejor- los lee. La forma en que estamos dispuestos a contribuir para cerrar la brecha de género en los medios está creando un espacio seguro para las historias sobre mujeres, por mujeres. Este espacio necesita expandirse ampliando nuestro público y logrando una posición en la que apoyamos a los principales medios de comunicación. Finalmente, no queremos parar aquí. Queremos extender nuestras actividades a la educación sobre periodismo para mujeres en áreas de bajos ingresos en América Latina, comenzando en Perú; y también para proporcionar a los periodistas herramientas para acortar la brecha de género, tanto en sus historias como en las salas de redacción.
La forma en que estamos dispuestos a contribuir para cerrar la brecha de género en los medios es creando un espacio seguro para las historias sobre mujeres, hechas por mujeres.
¿Cuales son las lecciones aprendidas para quien empieza a emprender?
Lucia Chuquillanqui: Creo que es el pensar aquí y ver las diferentes personas a las cuales te estás dedicando en el proyecto. Nuestro foco eran chicas que tengan ganas de escribir, que tenga alguna tipo de formación. Ese era nuestro público, para ellas trabajamos y son quienes reciben acompañamiento editorial y gráfico. Pero me he dado cuenta que también hay otros que pueden ser mis potenciales fundaciones o interesados.
Es importante hacerse la pregunta de: ¿A qué otras personas les interesaría esto? Es una pregunta muy simple pero a veces no tan fácil de responder. Y hacer el ejercicio no implica solo pensarlo, sino también sistematizarlo, sistematizar información, el proceso que hemos tenido del proyecto, porque eso es al final nuestro valor.
Estamos muy contentas del support y la sororidad con otras mujeres. Es un mundo ideal, no había ninguna diferencia si las historias las escriben hombres o mujeres. En un mundo donde todos tenemos las mismas experiencias y oportunidades tendríamos el mismo artículo. Esto hace que el proyecto exista. Cada vez lo confirmo más, porque tengo que explicar menos el por qué del proyecto.
Ahora hay que capitalizarlo. Hay personas que les encanta el proyecto, estan muy entusiasmados. Y nosotras sabemos que ofrecemos algo es ese acompañamiento que tenemos con otras mujeres. Pero al mismo tiempo, necesitamos saber mostrar qué podemos ofrecerles a ellas.
¿Teniendo en cuenta que el mundo del business es aún muy masculino, cómo te ha ido proponiendo un tema que podría parecer disruptivo?
L.C: Es dificil. sigue siendo un camino largo, hay mucha gente enfocada en temas de gobierno. Hay pocas mujeres que se levantan y dicen: ¡yo quiero hacer dinero! Hay mucha gente que ha criticado que nos enfoquemos en conseguir respeto y reconocimiento a través de premios. Pero esa es nuestra estrategia. Si no tengo reconocimiento, no tengo a veces la oportunidad de ser sostenible. La experiencia de Natalia Sánchez es la experiencia que queremos replicar. Natalia ha tenido una transformación como periodista, como investigadora y como ejemplo de que se pueda hacer.
Mucha gente piensa que debemos tener un montón de dinero pero no. ¡Ya quisiera! Algunas de nosotras hemos crecido en barrios difíciles pero hemos hecho el camino de la educación. Sabemos de la brecha y por eso tratamos de traer chicas que han tenido experiencias similares a la nuestra.
¿Cómo el New Ventures Lab es una oportunidad para lograr su propósitos?
L.C: Nosotros aplicamos a muchas cosas pero cuando vimos esa aplicaciones sentimos que era para nosotras. ¡Fue un match! Nos dimos cuenta que hay alguien mas que está pensando en proyectos así y eso es reconfortante. Sabemos que tenemos un modelo exitoso por un lado pero lo tenemos que diversificar, esperamos evaluarlo y ser sostenibles con el NVL.
Es la primera tarea de muchos proyectos periodísticos, yo soy consciente de eso, pero hay algo diferente que podemos capitalizar porque trabajamos temas de género de otra forma. No solamente es contar la historia desde la perspectiva de mujer, sino también queremos aportar a la investigación en la forma como se tratan estas historias. Queremos que estas historias logren entrar a los consejos de redacción de los medios.
Nada de esto va a ser posible si no creamos un modelo sostenible, al menos en una primera fase. A veces, me pregunto, cómo hemos logrado un proyecto sin definir ese primer paso.
Con la red que Chicas Poderosas nos ofrece como mentoras no nos sentimos solas, Tenemos presiones pero también podemos resaltar nuestras cualidades y saber cuando estamos haciendo algo bien o mal.
¿Qué temas han publicado en Malquerida que no tengan cabida en medios tradicionales?
L.C: Yo creo que son las historias personales. Tenemos un gran número de chicas que tienen historias personales. Las historias personales son marginalizadas. Simplemente, las tratan como la experiencia y en los medios ven que tiene que ver con algo más grande. A menos que seas alguien conocido, no hay probabilidad de que se cuenten. Pero es que todas las historias son personales, parten de ahí y lo que nosotros hacemos es ayudar a tener esa idea de cómo esas historias puede ser una experiencia que muchas mujeres han vivido.

¿Quieres que Malquerida siga revolucionando la forma de narrar y que tus historias también puedan ser conocidas? Aquí las puedes apoyar.
L.C: Mensaje del equipo: Malquerida es un espacio que no solamente promueve sino quiere ser el jump para que chicas puedan publicar otros medio. queremos crear nuevos referentes en periodismo. Por eso es importante tener este acompañamiento. Estamos haciendo reflexionar mucho sobre el trabajo editorial y espero que eso se transmita en nuestra campaña. Sabemos que es duro donar pero es un ejercicio interesante y estamos contento con lo que hemos conseguido hasta ahora.